El abogado Jeffrey Catalano ayudó a obtener un acuerdo por valor de $1.700.000 para una mujer de 45 años que falleció debido a complicaciones derivadas de una encefalopatía anóxica tras un intento de suicidio que le causó daños cerebrales.
Una mujer de 45 años que padecía una enfermedad mental y drogadicción acudió al hospital en busca de tratamiento por empeoramiento de la ideación suicida y aumento de la depresión. Tras el ingreso, se la consideró de "alto riesgo" de suicidio y empeoró progresivamente, con un aumento de la psicosis.
El personal del hospital le dio un albornoz de rizo con una corbata. La paciente utilizó la corbata para intentar ahorcarse en el cuarto de baño del hospital. El personal la descubrió colgada del techo y la cortó. No tenía pulso y se le practicó la reanimación cardiopulmonar. Sufrió una lesión cerebral anóxica grave y permaneció ingresada durante dos años, necesitando cuidados y apoyo a tiempo completo. Finalmente murió por complicaciones de la encefalopatía anóxica.
El demandante presentó una declaración jurada de un psiquiatra experto que concluyó que el personal fue negligente al proporcionar al paciente una corbata de albornoz, no realizar un registro de sus pertenencias y no realizar y/o documentar los controles apropiados de 15 minutos.
A través de distintas solicitudes de historiales médicos, el demandante descubrió historiales médicos alterados en relación con la última vez que se había revisado al paciente antes del ahorcamiento. El demandante también obtuvo una copia de la política del hospital a través del Departamento de Salud Mental que confirmaba que el personal debería haber realizado registros aleatorios de las habitaciones.
La demandante también alegó que el psiquiatra tratante no diagnosticó ni trató adecuadamente el estado de la paciente; concretamente, no realizó una evaluación formal de su riesgo de suicidio, no aumentó la frecuencia de sus controles y no ordenó que se registrara su habitación en busca de objetos peligrosos.
En el momento de su ingreso, la paciente estaba en paro y soltera. Tenía cuatro hijos que estaban distanciados de ella debido a su enfermedad y a su adicción a las drogas.
El caso se resolvió en mediación poco después de que se presentara la denuncia.