El abogado Jeffrey Catalano colaboró en la obtención de un acuerdo de $1.000.000 para una mujer de 49 años que sufrió una muerte atroz por sepsis grave y peritonitis con fascitis necrotizante debido a la perforación de un intestino tras una ooforectomía de ovario-quiste seis días antes.
Una mujer de 49 años falleció el 18 de agosto de 2009 a causa de una perforación intestinal, complicación derivada de una ovario-cistotoforectomía realizada seis días antes.
La demandante alegó que los médicos demandados no diagnosticaron a tiempo su perforación intestinal y no dispusieron que se le devolviera rápidamente al quirófano para su reparación quirúrgica.
La paciente había regresado al hospital en ambulancia la noche de la ooforectomía, y a la mañana siguiente se planteó la cuestión de una lesión intestinal. A lo largo de varios días, la paciente presentó los signos y síntomas clásicos de una perforación intestinal, como dolor abdominal intenso y constante, taquicardia persistente y un flanco derecho descolorido, hinchado y caliente. Además, un TAC mostró aire libre y líquido en el abdomen. Sin embargo, no presentaba un recuento elevado de leucocitos ni fiebre.
El paciente sufrió una muerte atroz con sepsis grave y peritonitis con fascitis necrotizante.
El abogado de la demandante contrató a un cirujano general experto que concluyó que los demandados se desviaron de las normas de atención aceptadas al no apreciar los numerosos signos y síntomas de una perforación intestinal y al no ordenar, recomendar y/o disponer que la llevaran urgentemente a la sala de operaciones para que su intestino pudiera ser evaluado y reparado quirúrgicamente o resecado.
La fallecida era una paramédica jubilada con un historial de numerosas dolencias, incluidas múltiples operaciones de intestino y un linfoma de Hodgkin que requirió la resección del bazo y mastectomías bilaterales. También tenía un amplio historial de obstrucciones del intestino delgado.
El caso se resolvió tras una demanda previa 93A/176D.