Con demasiada frecuencia, las personas que sufren lesiones incapacitantes se enteran de que la persona o entidad responsable no puede indemnizarles por el importe total de sus daños. Cuando tu vida se ha visto alterada sin culpa alguna, es desgarrador darse cuenta de que no hay fondos para cubrir tus necesidades básicas. La mayoría de abogados de daños personales han tenido la terrible experiencia de no poder ayudar a personas gravemente lesionadas porque sencillamente no se puede obtener dinero de la parte culpable. Ciertamente, ofende el sentido de la justicia de cualquiera ver que las lesiones conducen inmediatamente a la ruina financiera de alguien que no hizo nada malo. Para ilustrar este punto, considere este ejemplo: si usted sufre lesiones en un accidente de tráfico que resultan en facturas médicas de $30.000 (una cantidad modesta de facturas en estos días) su seguro de salud puede pagar esas facturas para usted. Pero los seguros médicos suelen tener derecho a recuperar el dinero que han pagado en tu nombre de cualquier indemnización que obtengas de la parte culpable. Si el conductor culpable sólo tiene una cobertura de $20.000, es posible que no recibas nada de dinero por los salarios perdidos, el dolor y los daños continuos.
Para evitar estar en esta desafortunada situación, hay algunas cosas que la gente puede hacer para protegerse. En primer lugar, con respecto a la cobertura del seguro de automóvil, asegúrese de que lleva una cobertura de motorista subasegurado muy alta. Esto le proporcionará el potencial de recuperación en el caso de que alguien que le hiera en un accidente de coche no tenga mucho seguro. En segundo lugar, con respecto a Coberturas PIP en su seguro de automóvil, asegúrese de que no ha tomado ninguna deducibles. En tercer lugar, considere la posibilidad de adquirir prestaciones por incapacidad a corto y/o largo plazo para protegerse en caso de que no pueda trabajar. En cuarto lugar, no cobre por debajo de la mesa, porque hacerlo puede eliminar su capacidad de optar a las prestaciones por incapacidad de la Seguridad Social. Por último, considere la posibilidad de adquirir un seguro complementario para protegerse o para hacer frente a los gastos imprevistos.
Una vez que se haya lesionado, consulte a un abogado lo antes posible para que se pueda diseñar una estrategia adecuada para proteger sus intereses.