En primer lugar, debe validar su lesión y evaluar la magnitud. En muchas ocasiones, sufrir un impacto importante en la cabeza provoca una conmoción cerebral. La mayoría de las conmociones cerebrales son leves, pero hay casos de lesiones graves en la cabeza, y el protocolo para una recuperación eficaz es estricto. Después de recibir un golpe en la cabeza, hay que estar atento a lo siguiente, ya que puede empeorar: zumbidos en los oídos, visión borrosa, problemas de equilibrio o mareos, sensibilidad a la luz o al ruido, dolores de cabeza irregulares y pérdida de memoria.
Asegúrate de permanecer sedentario y evitar las luces, los aparatos electrónicos, el ruido, etc. Acude al médico lo antes posible y asegúrate de que te hagan una prueba de conmoción cerebral. Los traumatismos craneoencefálicos nunca deben tomarse a la ligera. Ha habido casos en los que no se han hecho pruebas de conmoción cerebral a los pacientes después de sufrir un impacto en la cabeza, y esto sólo te perjudicará en el futuro. Si un médico cree que estás bien, pero algo no te parece bien, insiste en que te hagan pruebas.
Por ejemplo, es habitual que los deportistas intenten superar las lesiones y volver a competir lo antes posible. Sin embargo, ignorar cualquier signo de lesión sólo provocará síntomas más intensos. Tratar una lesión en la cabeza de forma eficaz minimizará la probabilidad de sufrir el síndrome de cefalea postraumática o el síndrome postconmocional. Si se le diagnostica cualquiera de los dos, puede experimentar: dolores de cabeza, mareos, problemas de sueño, ansiedad, irritabilidad y problemas cognitivos durante un largo periodo de tiempo tras la lesión.
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