En nuestra rutina diaria es habitual ver a trabajadores de la construcción y de la ciudad manteniendo y reparando las calles y las infraestructuras de las que tanto dependemos, y a menudo pasamos por delante de ellos sin pensar en su trabajo. Sin embargo, rara vez contemplamos los peligros a los que se enfrentan estos hombres y mujeres a diario para mantener nuestras calles seguras y nuestros servicios públicos en funcionamiento. Recientemente me he enterado de que, en un trágico giro de los acontecimientos, un empleado de Natick de larga data murió el 4 de febrero de 2014, mientras trabajaba en una reparación de emergencia de una línea de agua. Otro empleado fue herido también. Según informan Boston.com y Wicked Local, el trabajador fallecido había trabajado para el Ayuntamiento de Natick durante 26 años antes del trágico accidente. El administrador de la ciudad de Natick calificó el incidente de accidente fortuito. Los informes indican que los hombres estaban trabajando cuando una retroexcavadora fue tirada accidentalmente hacia adelante, haciendo que el estabilizador de la retroexcavadora golpeara a los dos trabajadores. Uno de ellos falleció a causa de sus heridas, mientras que el otro escapó con vida, tras sufrir graves lesiones. Sin embargo, el trabajo no pudo detenerse por completo para permitir que el DPW de Natick guardara el luto; al día siguiente, estaban respondiendo a una tormenta de nieve.
Hace unos años, nuestro bufete conoció y resolvió un caso similar, en el que una retroexcavadora se volcó hacia delante, causando a un trabajador graves lesiones corporales. La repetición de un daño tan trágico, pero evitable, es desalentadora. Sin embargo, casos como éste sirven a un importante propósito público, al poner a los fabricantes de maquinaria pesada sobre aviso de que sus productos pueden ser peligrosos y que es necesario poner un cuidado extremo en su diseño. Ante todo, nuestros pensamientos y oraciones están con todas las familias implicadas en este reciente accidente. La próxima vez que conduzcas por la carretera y veas a una cuadrilla de trabajadores, tómate un momento para reflexionar sobre el sacrificio que hacen a diario, sometiéndose a la posibilidad de sufrir lesiones graves o de morir para mantener la vida de todas las personas sin problemas en la comunidad a la que sirven.