Algunas empresas pueden intentar aplicar políticas de seguridad que se desvían de las normas de la OSHA. Normalmente, estas empresas alegan que sus propias normas son más seguras y más estrictas que las de la OSHA. Estas desviaciones, sin embargo, pueden ignorar el enorme esfuerzo y reflexión que se suele hacer para establecer las normas de la OSHA y pueden someter a los trabajadores a nuevos peligros.
Por ejemplo, en contra de la política de la OSHA, los contratistas generales pueden exigir a todos los trabajadores de la industria del hierro, incluidos los conectores que realizan trabajos de vanguardia, que se amarren a alturas superiores a 6 pies. Sin embargo, reconociendo que los conectores deben estar libres para poder escapar de una carga entrante en caso de ser necesario, la Subparte R de OSHA no exige que los conectores que realizan trabajos de vanguardia estén atados a 6 pies. De hecho, la norma 1926.760(a)(1) de la OSHA permite que los conectores no utilicen sus dispositivos de seguridad personales. protección contra caídas para evitar los peligros mientras se trabaja en alturas entre 15 y 30 pies. Además, los trabajadores que se dedican al entarimado en una zona de entarimado controlada pueden trabajar sin protección contra caídas convencional a alturas de entre 15 y 30 pies.
Cuando se debatieron los cambios de la Subparte R de la OSHA, y en concreto de la norma 1926.760, se formó el Comité Consultivo de Regulación Negociada de la Construcción de Acero [SENRAC], que reunió testimonios sobre las distintas normas propuestas. Se trató de un proceso exhaustivo que duró años y que contó con las aportaciones de varios sectores de la industria.
En lo que respecta a la protección contra caídas, el consenso general es que un trabajador cualificado de la industria del hierro corre un mayor riesgo si está atado cuando realiza un trabajo de vanguardia. (Véase 66 FR 5246), se señaló que:class=WordSection2>
La principal preocupación... era que los conectores necesitaban libertad de movimiento y exigirles que se ataran lo impediría. La preocupación, como ya se ha dicho, era que en caso de colapso de la estructura, un conector se vería obligado a montar en la estructura hasta el suelo si estaba atado, mientras que podría saltar libre de la estructura en colapso si no estaba atado. La capacidad de moverse sin sujeción para alejarse de las cargas entrantes también se ha declarado como una razón para que los conectores no se aten. 66 FR 5246
En las audiencias estuvieron representados específicamente los ferrallistas del Local 7, que "declararon uniformemente que necesitaban permanecer libres de cargas cuando trabajaban con equipos de elevación y algunos miembros relataron experiencias personales en las que pudieron escapar de derrumbes y de la entrada de acero sólo porque no estaban atados". (66 FR 5246).
Por lo tanto, aunque una norma uniforme de amarre de 6 pies puede parecer más estricta que las normas de la OSHA, la desviación de la OSHA puede someter a un trabajador de la plancha a nuevos peligros en lugar de prevenirlos. Antes de desviarse de las normas del sector, las empresas deben estudiar detenidamente las políticas en las que se basan dichas normas, ya que, de lo contrario, las desviaciones pueden crear peligros no deseados.