Sí, la Seguridad Social permite cierta flexibilidad a la hora de obtener unos ingresos mínimos mientras se está en situación de discapacidad. En la actualidad, una persona en situación de discapacidad puede trabajar y ganar un máximo de $1.200 al mes. La administración considera que es un trabajo sustancial si se supera esta cantidad.
Una persona tiene derecho a nueve (9) meses de ingresos o a unos $1.200 (Programa de Incentivos Laborales) sin que ello afecte a su prestación mensual. Sin embargo, si se superan los nueve meses de trabajo, el derecho a la incapacidad se suspende y, en algunos casos, se interrumpe por completo.